viernes, 15 de julio de 2011

EPÍLOGO I

y de los imprevistos, el café descafeinado por tercera vez consecutiva, los riesgos implícitos en las alternativas de inversión de mayor incremento en los últimos, con los intereses más bajos afectados por los intensos fríos en cheques al portador que cualquiera puede cobrar en la ventanilla de un banco, el aire ausente de Noel y entonces cruzaste, fenómenos frecuentes en la diversificación conceptual de tu pupila azul, los más prestigiosos centros de investigación del mundo entero y no sabías, desde el punto de inflexión que yo tampoco sabía, mientras la comparación promedio de los retornos que yo te miré, los compromisos internacionales para reducir las turbulencias y sí me miraste, conformando las estructuras y/o reinvertir las utilidades en activos fijos, me dijiste, no obstante la distribución del índice suponiendo que la volatilidad se mantiene constante, te dije, inciertas burbujas que generan una especulación en cascada y te reíste, ámbitos financieros de liquidez y transparencia, la desviación estándar como criterio de una ruta que no conocíamos, el diferencial de rendimientos entre los bonos emergentes y retazos de canciones que apenas recordaba, desde los altos niveles de inversión hasta los mínimos detalles y así fue que