Tetrodotoxina. Parálisis y muerte en menos de seis horas. Cianuro,
ingerido o inhalado. Ataques, paro cardíaco y muerte en unos minutos. Mercurio,
inhalado. Su vapor ataca el cerebro, terminando con el sistema nervioso central
y los pulmones. Estricnina, ingerida o inhalada. Pesticida que sin ser
especialmente venenoso provoca una muerte espantosa haciendo que todos los
músculos sufran fuertes espasmos hasta que la víctima muere por agotamiento.
Amatoxina, ingerida. Presente en ciertas setas, destruye los riñones y el
hígado en cuestión de días. Compuesto 1080, ingerido o inhalado. Otro pesticida
sin olor, sin sabor, soluble al agua, que bloquea el metabolismo celular
provocando una muerte rápida pero dolorosa.
Tita bosteza y decide descansar unos minutos. Después de trabajar toda
la tarde, bien puede tomarse un té. Mientras se dirige a la cocina, hace una
breve recapitulación de sus planes. Ya ha elegido el lugar, las circunstancias,
el veneno e incluso la víctima. Sólo le falta encontrar un motivo para cometer
el crimen.
Seleccionar el veneno adecuado le llevó varias horas de búsqueda en
internet, pero el resultado vale la pena. Inodoro, insípido, incoloro y carente
de antídoto, el cloracetato de flúor se perfila como la solución ideal.
Satisfecha, agrega seis cucharaditas de azúcar a la taza de porcelana
francesa donde se enfría su té de malva.
Es cierto que aún hay otras opciones a valorar entre los venenos más
letales del mundo. Por ejemplo, la toxina botulímica. Al ingerirla, el sistema
nervioso falla por completo y la persona muere entre dolores terribles.
Curiosamente, señala Tita en una nota al margen, esa toxina se usa en
tratamientos de estética bajo el nombre de bótox.
......
-…el lunes de
tarde, mientras esperaba que Adelita me pasara a buscar para ir a la reunión
del círculo…
-¿azúcar?
-… en lo de
Lala, a las ocho y cuarto, cada quince días.
-…la encontré
un poco distraída, como si no me escuchara bien…
-… y este
invierno que no se termina nunca…
Un hogar de
ancianos autogestionado y sin fines de lucro. Tita, Coca y Chichita son las
orgullosas fundadoras de lo que consideran una experiencia revolucionaria.
Renovadora. Original, al menos.
- …licor de
carqueja ¿una copita?
-…la consola
de mármol, aquella que la abuela tenía en la entrada, siempre con un ramo de
magnolias…
-…bizcochitos
de anís, comé tranquila que no engordan…
Chichita
aportó la casa, Tita la idea y Coca los límites. Su plan es compartir los
gastos y las tareas, integrando hasta un total de doce o quince personas. Si se
organizan bien, pueden alcanzar un nivel de vida confortable, ahorrarse el
costo de un residencial privado y hacerse compañía entre ellos.
-…si al menos
se hubiera casado…
- ... y lo
peor es la humedad.
-…aquel muchacho
tan bueno, sobrino de las Vecchio, que la cortejaba cuando Martita cumplió los
quince. Pero las de Acuario son así, caprichosas…
- …cuando
enterramos a Rosita ¿se acuerdan?
En estos
momentos hay otras cuatro personas participando del proyecto, cumpliendo un
período de prueba de seis meses.
- …los títulos del
panteón quedaron en lo de Pepe, estoy segura.
......
A la entrada,
unos escalones de mármol conducen al zaguán. Una puerta cancel con vidrio
esmerilado da al primer patio interior. Piso estilo damero y claraboya.
Varias señoras
están instaladas en cómodos sillones, tomando el té y conversando animadamente,
todas a la vez.
- Y entonces
sentí como un vértigo...
- Camelias. O
caléndulas, en todo caso. Bromelias no, nunca.
-Un vértigo
horizontal, no sé si me explico...
-Y no sé para
qué voy, si yo ni siquiera soy alcohólica. Unas copitas durante la cena, nada
más. Es una costumbre de familia.
-¿Bromelias?
Martina saluda
y las señoras vuelven la mirada hacia ella para sonreírle y darle la
bienvenida, sin dejar de hablar entre sí.
- Para los vértigos, jarabe de amapolas.
-Una
resonancia magnética, le dije. Eso es lo que yo necesito.
-Jarabe de
jazmín, en todo caso. O de guayabas.
-Pero los
médicos de ahora son así, no te hacen caso. Ni siquiera te escuchan.
- Camelias.
Bromelias nunca.
Guiada por
Coca, Martina recorre un pasillo que conduce a un segundo patio, más pequeño,
donde funciona el comedor diario. A un costado está la cocina y hacia atrás el
fondo. Martina recuerda la casa de sus abuelos.
- Sin sal. Y
tibio.
- Culpa de la
nutricionista.
-Una ensalada
hubiera sido más adecuada.
- Con una
pizca de sal ¿no te parece?
- Y rúcula.
Como el
destino de la casa no es convertirse en un museo, sus dueñas han introducido
los cambios necesarios para añadirle confort y funcionalidad. Un arquitecto
retirado las ayudó a reformular los espacios, mejorando la ventilación y la
iluminación. Los techos altos permitieron la construcción de entrepisos que
agregan metros cuadrados a la propiedad. La cocina se amplió con la antecocina,
un pequeño comedor y parte del fondo. El aljibe fue convertido en un elemento
decorativo, con reminiscencias coloniales. La antes árida azotea se transformó
en un espacio verde.
Con este
proyecto, Tita, Coca y Chichita han resuelto algunos temas de orden práctico, como
la vivienda y la soledad. También se han convertido en pequeñas empresarias, el
sueño de toda su vida. Aunque lo de ser empresarias sin fines de lucro no le
cierra del todo a Coca. El asunto tiene sus inconvenientes, por otra parte. A
cada paso surgen gastos imprevistos que las obligan a echar mano a sus ahorros,
como cuando se rompió uno de los caños que atraviesan el jardín. Perdieron
cantidades abrumadoras de agua durante meses antes de encontrar la pérdida y
repararla.
- Lo pagan mis
yernos, que me adoran.
- Y cuando me
levanté, me sentía más cansada que antes de acostarme...
- Una
resonancia magnética, le dije.
- Bromelias.
Son bromelias.
Las
reparaciones, el amoblamiento, los impuestos, todo insume dinero. Y el retorno
es lento, con cuentagotas. Para conseguir un préstamo bancario deberían
hipotecar la propiedad, lo que les provoca pesadillas. Prefieren recolectar
dinero entre sus familiares y amigos y después devolverlo lo antes posible. Sin
pagar más interés que un regalito y muchas sonrisas.
- Me adoran,
no te exagero.
- Yo con el
alcohol no tengo ningún problema...
- Camelias.
- Y un poquito
de ron no le hace mal a nadie.
Otro tema en
cuestión es la democracia interna, de la que todos hablan pero pocos practican.
El arquitecto Bonelli, por ejemplo, está sinceramente convencido de que su voto
vale por dos. Por ser hombre y arquitecto al mismo tiempo. Coca afirma que la
opinión de Chichita es irrelevante y Tita, aunque no suele confesarlo en
público, se considera a sí misma superior a todos los demás.
- Siempre
tengo alguna botellita guardada, por las dudas.
- ¿Bromelias?
- En el
ropero, entre las toallas del baño, en el armario de la barbacoa.
En las reuniones
todos hablan a la vez y nadie escucha a nadie. Cuando no hay acuerdo, las
potestades resolutivas recaen en el contador de la empresa. Es sobrino y
heredero de Chichita, o sea de la casa, de modo que todos confían en él. No
ciegamente, pero confían.
......
Ricina, ingerida o inhalada. Muerte por fallo respiratorio. Sarín,
inhalado. Originalmente diseñado como pesticida, basta con respirar un poquito
para caer en coma y morir.
Veinte y veinticinco, hora de bajar a cenar. Tita apaga su computadora
y ordena las carpetas sobre el escritorio. Antes de salir se envuelve en un
chal para protegerse de las corrientes de aire que atraviesan el comedor. Se
pone un gorrito haciendo juego, empuña un bastón de ébano que no necesita en
absoluto y se dirige hacia la escalera.
Va absorta pensando en el ántrax, que apropiadamente inhalado hace que
el sistema respiratorio colapse en pocos minutos.
......
- Y los títulos del panteón
¿quién los tiene?
- Bizcochitos de anís, comé tranquila que no engordan...
-...cuando enterramos a Rosita ¿se acuerdan?
- Y sin gluten.
- ¿A Rosita?
- ...el panteón de los Martínez, en el Cementerio Central...
- A las ocho y cuarto, todos los martes. A veces en lo de Lala, a
veces en lo de Cuca.
- ...primos políticos de los Mastropiero...
-... es mejor no decirle nada y que se vaya muriendo así, de a poquito,
sin darse cuenta...
- ¿Te parece?
-... porque las de Aries somos así, generosas...
- Lo peor es la humedad...
- Cien por ciento ecológico.
- ... los Mastropiero de Sauce Viejo no, yo te estoy hablando de los
Mastropiero de Illescas...
- Y autosustentable.
- En el cementerio
del Buceo, a las once.
……
La felicidad ajena entristece a Coca. Más que entristecerla la amarga,
la envenena y la deprime. Para peor, su bondad natural le impide tomar medidas
concretas que atenúen su sufrimiento. Coca es incapaz, por ejemplo, de
destratar a la empleada o de hablar mal de sus amigas. Por lo tanto, se resigna
a padecer calladamente las alegrías de los demás, relegando sus sentimientos de
legítima revancha al plano de las fantasías.
Para equilibrar este exceso de sensibilidad, a Coca la desgracia ajena
no la afecta en lo más mínimo.
……
-Adela Mastropiero
se casó con uno de los Priore y Adela Priore con uno de los Mastropiero.
- Hoy es martes
¿no?
- A veces las
confundían.
- En el panteón de
los Martínez.
- Con unas copitas duermo toda la noche tranquilamente...
- Cuando enterramos
a Rosita ¿se acuerdan?
-¿Y yo qué voy a
hacer en el panteón de los Mastropiero? Si apenas somos primos políticos.
- Oigo lo más bien.
- Es que en el
nuestro ya no cabe más gente...
- ¿Y Rosita dónde
está?
- Primos de tu tía Coca.
- Con unas gotitas
de vinagre.
- Cuando quiero,
oigo perfectamente.
- Tía abuela,
cierto.
- O de limón.
…
Cada mañana, Chichita
pasa la aspiradora por todos los rincones de su dormitorio, en un vano intento
de detener el avance de los ácaros sobre su vida. Cuando termina, dedica unos
minutos a tender la cama y ordenar sus cosas.
Todo en su cuarto
es muy apropiado. Las cortinas drapeadas, las molduras de yeso del cielorraso,
los almohadones de terciopelo, la araña de caireles de cristal. Fotografías de
sobrinos y sobrinos nietos, una colección de recuerdos traídos de sus viajes y algunos
libros de tapas muy bonitas.
A veces se
instala en su mecedora estilo vienés, junto a la ventana que da al jardín. Desde
allí puede ver al arquitecto Bonelli trabajando en sus rosales.
El jardín es
muy grande y está dividido en áreas. Rincones de sombra para leer y descansar,
senderos enlosados, una fuente contra un muro lindero, una quinta. Entre el
follaje puede distinguirse alguna plantita de cannabis.
A Chichita le
gustaría agregar un rincón con diversas variedades de orquídeas. Aparte de eso,
la preservación del ecosistema no figura entre sus prioridades. Mucho menos el
contacto con la tierra, los gusanos y las lombrices.
……
- ¿Y nosotros
qué estamos haciendo en este velorio?
- Una copita
cada tanto, nada más...
- La novela de
las nueve no me la pierdo por nada.
- En el
Cementerio Central, a las cuatro de la tarde.
- Hoy es
viernes ¿no?
- Yo al
panteón de los Mastropiero no voy. Prefiero que me incineren.
- Era tan
buena...
- Un tesoro.
- ¿Martes?
- Igualita a
Grace Kelly.
- La novela de
las nueve no me la pierdo por nada.
- ¿Y justo
ahora tenés que ir al baño?
………..
La liberación
femenina ha sido un gran error histórico, decreta Tita, sirviéndose una
generosa porción de strudel. El strudel de mburucuyá, especialidad de Chichita,
genera el clima ideal para conversar sobre cualquiera de sus temas favoritos,
ocupación que resulta bastante grata si no se padece de la malsana costumbre de
pretender que las actividades tengan alguna utilidad.
- Licor de
carqueja ¿una copita?
Tras haber
sido una pionera en la lucha por las reivindicaciones de su sexo, generando
varios escándalos sociales en el Montevideo de los años cincuenta y provocando
algún que otro infarto en su propia familia, Tita tiene ahora una opinión más
bien cauta acerca de los supuestos avances logrados por las feministas, a
quienes cariñosamente califica de ingenuas. Coca asiente mientras Chichita
suspira. Tal vez alguna de ellas añore, sin confesarlo, aquel orden patriarcal
tan alegremente abandonado.
- ... con
harina integral, comé tranquila que no engorda...
En su opinión,
el feminismo había agregado nuevas responsabilidades sobre los hombros de las
mujeres sin liberarlas de las cargas tradicionales.
- Totalmente
magra.
Además de atender sus
obligaciones ancestrales, insiste Tita, ellas ahora deben trabajar a la par de
los hombres. En contrapartida, han obtenido el dudoso privilegio de dirigir
empresas, dedicarse a la política y hacer deportes. En algunos países incluso
han conquistado el derecho de ir a la guerra, señala Coca.
- ¿Canela?
Queda por ver
si la emancipación sexual, lograda gracias a la entusiasta colaboración del
género masculino, es realmente un avance. Las píldoras anticonceptivas les
impiden apelar a una cómoda abstinencia para el control de la natalidad y las
jaquecas a la hora de acostarse ya no son bien vistas.
- Cien por
ciento orgánica...
Cómo eludir el
sexo conyugal es otro de sus temas favoritos. Tita, que ha enterrado a dos
maridos y a varios amantes, se considera con más derecho a opinar sobre la vida
matrimonial que Chichita, que sólo ha enviudado una vez. Incluso tiene el
proyecto de escribir en su blog una especie de manual breve y conciso sobre las
mejores respuestas para darle a un cónyuge insistente.
- Tres
cucharaditas...
Para empresarias o profesionales, el estrés es una buena excusa. Para damas ociosas,
Tita aconseja el herpes vaginal, medida efectiva pero en exceso drástica en
opinión de Chichita, que se inclina por soluciones más negociadas, como
establecer días fijos con antelación y marcar límites a la duración del asunto.
......
-... y
entonces me subió la presión...
-...un aroma
frutado, como a ciruela...
- A diecisiete.
-López. Se llamaba López.
-Gracias a que yo
les avisé...
-Claudio López. Un
amor.
-Y sentí como un escalofrío...
-¿En la rodilla?
¿En serio?
-Sí, en serio. Un
tatuaje con forma de tarántula.
- Y así fue que
pasamos del corsé a la anorexia.
-No sé para qué
tanto apuro, si al final siempre llegamos tarde.
-Me mintió, ¿te das
cuenta?
-Y justo se me voló
el paraguas.
- Y de la frigidez
al orgasmo múltiple.
-Mis vecinos me
adoran.
-Con piscina
climatizada...
-Me adoran, en
serio.
- Y yo por las dudas me traje la platería...
- Un imperativo tras otro.
- Es para sacarle brillo, le dije,
después te la devuelvo...
- Y una textura sedosa, propia del
Malbec...
- Porque al fin y al cabo era de la
abuela ¿no?
...
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